TRAICIÓN AL MOVIMIENTO O LOS PRETEXTOS PARA LLAMAR A LA DIVISIÓN
TRAICIÓN AL MOVIMIENTO O LOS PRETEXTOS PARA LLAMAR A LA DIVISIÓN
Por Fernando Elías
Solo le pido a Dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos
Que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
León Gieco
En Cuautitlán Izcalli Morena solo podría perder si los grupos en su interior traicionan al Movimiento.
Desde hace un año por lo menos, diferentes actores de la vida política del municipio de Cuautitlán Izcalli dejaron ver sus pretensiones para abanderar la candidatura del Movimiento a la presidencia municipal.
No es el momento de discutir si fue correcta la designación de uno u otro candidato, si el chapulineo pesa más o la pertinencia de una verdadera dirección del partido MORENA para Izcalli, el Estado y el país, eso será materia de otra discusión que espero se pueda abrir pasada la fiebre electoral.
En fin, en el municipio se subieron a la pre-contienda encuestoral militantes “fundadores” y nuevos convencidos de la transformación (expriístas y expanistas por igual). Vimos circular en listas nombres como el de Daniel Serrano, Samuel Delgado, Marko Galindo, Jorge Sánchez, Jafet Sainz, Xóchitl Zagal, Karim Carvallo y Miguel Loa por mencionar a los más representativos y que tienen una significación real por su base electoral, algunos otros pretendieron, que con solo hacer ruido, tener alguna posibilidad, sin embargo estos personajes de poca monta y cuyo mayor reconocimiento es el de mentir, acusar sin pruebas, inventar y prestarse al juego del poder en turno en aras de tener 5 likes de fama en cuentas de Facebook reales o apócrifas, no solamente no tuvieron oportunidad sino que algunos de ellos ya ni siquiera pertenecen al instituto político.
Pero vayamos a lo esencial, si las cuentas son correctas, si todas estas fuerzas han aceptado las reglas del Movimiento para definir las candidaturas y por obviedad TODOS se unen en torno al hoy candidato a la presidencia municipal, MORENA debería, no solamente ganar, sino arrasar el 2 de junio.
MORENA solo puede perder si los grupos traicionan al candidato y con ello al Movimiento, si llaman al voto diferenciado o si se venden al mejor postor que en este caso es la candidata del PRIAN.
Por partes, en 2018 MORENA sin estructura partidaria-electoral, pero con una gran efervescencia a favor de AMLO logran ganar todos los espacios políticos en disputa. La soberbia de los ganadores los aísla de la militancia y se agrupan en sus veneros, por eso en 2021 vemos a varios grupos bien definidos que lanzan, cada uno por su lado, a quienes ellos consideraban sus mejores cartas para la candidatura a la presidencia municipal. En esa elección y ya designado Daniel Serrano como candidato, las fuerzas de los aspirantes no favorecidos inician una campaña contraria al candidato, bajo la premisa “si no es para mí no es para nadie”.
Y efectivamente nadie ganó, bueno de chiripada un diputado local se mantuvo. Se perdió la presidencia municipal y la diputación federal, pero nadie fue llamado a cuentas por la traición al Movimiento.
En 2024 el escenario pareciera repetirse, pero con una mayor transparencia en el seguimiento de las acciones de los líderes que no fueron favorecidos, esto hará más visible cualquier traición al movimiento, además de que existe una mayor presión dado que está en juego la presidencia de la república, la conformación de la cámara de diputados federal y la propia de la cámara local.
Si el chapulineo tiene algo favorable es que los saltamontes brincan con sus equipos y estructuras, la desbandada del PRI es una muestra de ello, veremos si el compromiso es real.
Las asociaciones gremiales, vecinales o corporativas que aún subsisten y cuyos líderes se han decantado por MORENA suman estructura también.
Los liderazgos históricos del Movimiento le dan fortaleza, credibilidad y arraigo entre el voto duro del partido.
La candidatura de la primera mujer con posibilidades reales de gobernar con capacidad propia y con una línea más de izquierda que la de AMLO que fue progresista, todo ello configura un panorama alentador para el municipio.
¿Cómo puede perder MORENA?
Que el candidato de la transformación traicione al Movimiento y se deje vencer no haciendo campaña o haciendo campaña light.
Que los diferentes líderes de grupos o de asociaciones gremiales negocien prebendas con el poder en turno y se unan en los hechos a la candidata del PRIAN.
Que los liderazgos históricos llamen a ejercer un voto diferenciado y con ello introduzcan la desconfianza y la confusión en el electorado.
Todos los anteriores o la combinación de varios de ellos daría como resultado perder la presidencia municipal, pondrían en riesgo las diputaciones federal y local, solo que en esta ocasión sus acciones si tendrían consecuencias al interior del Movimiento y ante la opinión pública izcallense.