En México no hay una cultura, sino muchas culturas que conviven, se sincretizan y sobreviven.

Un proyecto de política cultural de izquierda debe partir del reconocimiento de la lucha por la dignidad, la independencia, la autonomía y contra la colonización.

Debe luchar por la formación de redes de comunidades autogobernadas y autosuficientes; luchar contra las ideologías utilizadas para oprimir, como en el caso de la religión o las políticas actuales de los medios de difusión asociados a la derecha; la lucha por la autonomía universitaria y la libertad de cátedra, así como la educación laica.

Un partido de izquierda es el que orienta, escucha y aprende. Y no debemos olvidar que el nuestro es partido y es movimiento, pero más importante aún: “Es la esperanza del pueblo de México”.

Artistas y artesanos no son reconocidos como trabajadores de la cultura y menos aún como una población vulnerable, es por ello que se propone:

• Que haya una promoción de programas estratégicos de apoyo a los creadores, artistas y gestores culturales.
• Que se genere un Banco de datos (Padrón de artistas, artesanos y gestores culturales) por municipios y estados.
• Reconocer a los artistas como población vulnerable.
• Promover e integrar apoyos de la iniciativa privada, descuentos en tiendas departamentales y de conveniencia con la creación de la “Tarjeta Creativa para el Bienestar”;
• Gestionar su incorporación a la seguridad social: salud, vivienda, pensión, etc.
• Descuentos o apoyos en bienes y servicios desde lo municipal y hasta el orden federal.
• Establecer de manera institucional, para el sector cultura del 2 al 3% del presupuesto de egresos de la federación.
• Presupuesto para el ejercicio de programas culturales federales específicos que deberían estar en consonancia con los presupuestos estatales y municipales, en otras palabras, proponemos que los recursos destinados a cultura, sean etiquetados desde el presupuesto, para evitar que sean transferidos o invertidos en otros rubros, que no sean los que tienen que ver directamente con la producción, desarrollo, creación o gestión de bienes culturales para la población y que sirvan además, para realizar acciones transversales que permitan atender las demandas ciudadanas de seguridad, salud, educación, etc.
• Proponer a las entidades educativas, legisladores locales y federales la incorporación de los niños y los jóvenes a la educación artística integral escolarizada obligatoria, así como generar programas artísticos que fortalezcan a la sociedad en el uso de sus derechos culturales.
• Estructuración de planes y proyectos sobre Cultura Comunitaria entendida como todas las acciones culturales dirigidas a las comunidades en general y en su sentido más amplio. A estos planes y proyectos de cultura comunitaria, es a los que se les debería asignar la mayor parte del presupuesto: Obras de teatro en las escuelas, producciones cinematográficas, enseñanza artística y de gestión cultural, arte público, muralismo, programas de radio y televisión, etc.
• Gratuidad de todo tipo de museos gubernamentales y también gratuidad de las zonas arqueológicas.
• Reestructuración del Sistema de Apoyos a la Creación (FONCA), triplicando su presupuesto y por ende el número de becarios.
• Programas de la Secretaría de Cultura para la difusión de las obras realizadas con estos apoyos.
• Diagnóstico de la infraestructura cultural y condiciones laborales del personal de la Secretaría de Cultura.
• Capacitación en gestión cultural a las personas de todos los niveles que vayan a laborar en la Secretaría de Cultura.
• Proyecto de arte público a nivel nacional dándole preferencia a obras elaboradas por grupos o colectivos.
• Impuesto especial del 10% a las grandes empresas promotoras de conciertos y eventos, como OCESA, Televisa, TV-Azteca, etc., con el fin de que lo recaudado se canalice al sector cultural.
• Reconocimiento gubernamental de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, Chiapas.
• La claridad de nuestras líneas de políticas públicas en cada uno de los programas y proyectos.
• La información oportuna y veraz a la comunidad organizada y no organizada desde los barrios, pueblos y colonias, es decir, desde la comunidad.
• La apertura de espacios de expresión y opinión de la sociedad para hacerla partícipe de las políticas públicas y sus decisiones.
• Una comunicación social organizada y eficaz.

En resumen, se trata de establecer mecanismos de comunicación desde las comunidades con menos consignas y más ideas, con menos pretextos y más trabajo.

Organizar la comunicación es organizar a la comunidad.

Porque ya no se trata de construir solamente un discurso político-electoral, sino fundamentalmente, un entramado lógico que permita la orientación administrativa de nuestras políticas públicas.

¿Podremos crear la alternativa administrativa y de gobierno que requiere hoy la sociedad?

Sí, pero será necesario construir un modelo regional-municipal (territorializando pueblos y colonias), de atención multinivel, en el que se considere un punto intermedio a partir de las problemáticas comunes y con ello hacer que desde el municipio y los estados, el pueblo sea protagonista y guía de la construcción de una nueva forma de gobernar.

Con ese objetivo, establecer y organizar brigadas de servidores públicos, organizaciones vecinales y comunitarias que permitan informar de manera, eficiente y medible el impacto real de las políticas públicas en la sociedad.

Entender que la economía ha intentado, hasta ahora con éxito, sustituir a la política, pero en el mejor de los casos solamente ha logrado llegar a niveles administrativos porque concibe como fin la administración pública, mientras que nosotros usamos a la administración para crear políticas públicas que hagan posible el desarrollo de la comunidad.

Y comunicar eso es lo verdaderamente importante. Que las personas comprendan que la administración es una herramienta y no un fin en sí mismo.

Con esos principios cada nivel de gobierno puede y debe implementar acciones que permitan a la sociedad tener mayores elementos de análisis para la defensa de sus gobiernos.

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) han venido a revolucionar la forma de comunicarnos, este conjunto de recursos, herramientas, equipos, programas informáticos, aplicaciones, redes y medios; que permiten la compilación, procesamiento, almacenamiento, transmisión de información como: voz, datos, texto, video e imágenes, son de acceso casi universal y su manejo indiscriminado tiene ventajas y puede generar problemas.

Sin embargo, las empresas de radio y televisión abierta han logrado adaptarse y usar a las TIC para ampliar sus áreas de negocio, logrando incrementar sus mecanismos de control de la opinión pública.

Ganar audiencia, controlar la opinión pública, ganar la agenda de los asuntos de discusión pública y con ello obtener ganancias, recursos y poder político son los objetivos de esas grandes corporaciones de radio y televisión.

Hasta ahora la agenda política ha sido ganada por el ejecutivo federal, el reto, cuando ya no esté AMLO, es cómo seguir orientando la agenda política.

Por ello proponemos que:

1. No a la regulación de internet.
2. Que se abran más concesiones y permisos para el establecimiento de radios comunitarias/sociales y de gobierno en municipios de más de 200 mil habitantes o con geografías extensas.
3. Su enfoque principal sea dar voz a las comunidades locales y permitir que diversos grupos expresen sus opiniones, compartan información relevante y participen en debates sobre temas que afectan a sus vidas, además de permitir que la población se informe de primera mano de los programas, obras y acciones que los diferentes niveles de gobierno dan a la población para su bienestar.
4. Difusión de información local: Por su cercanía es un mecanismo efectivo para compartir información relevante para la comunidad, como eventos locales, noticias, servicios, recursos y oportunidades.
5. Empoderamiento de la comunidad: A partir de su implementación, permitir a los miembros de la comunidad expresar sus pensamientos, preocupaciones y aspiraciones, lo que a su vez promueve un sentido de pertenencia y empoderamiento.
6. Promoción de la diversidad cultural: Sin duda estos espacios darán voz a grupos marginados o minoritarios que a menudo no son representados en los medios de comunicación convencionales. Esto ayuda a preservar y promover la diversidad cultural.
7. Construcción de redes sociales: Al facilitar la participación y la comunicación entre los miembros de la comunidad, las radios comunitarias/sociales y de gobierno pueden ayudar a fortalecer las conexiones sociales y construir redes locales.
8. Educación y concientización: Estas emisoras pueden ser plataformas efectivas para la educación pública, la promoción de temas importantes y la sensibilización sobre cuestiones locales y globales.
9. Fomento del diálogo y el debate: Las radios comunitarias pueden ser espacios donde se discuten y debaten asuntos relevantes, lo que puede ayudar a la comunidad a llegar a soluciones colaborativas.