LA ENSU Y LAS CARENCIAS DE UNA ADMINISTRACIÓN GERENCIAL EN CUAUTITLÁN IZCALLI

LA ENSU Y LAS CARENCIAS DE UNA ADMINISTRACIÓN GERENCIAL EN CUAUTITLÁN IZCALLI

Por Fernando Elías Hernández

Más allá de las diferencias que me distinguen de la actual gerencia municipal de Cuautitlán Izcalli y en aras de dignificar, limpiar el ambiente político y contribuir a un sano ejercicio de crítica de la administración pública municipal hago las siguientes reflexiones:

De acuerdo a la última entrega de la “ENCUESTA NACIONAL DE SEGURIDAD PÚBLICA URBANA (ENSU)” para el primer trimestre de 2025, Cuautitlán Izcalli ocupa el lugar 10 del ranking de municipios con percepción de mayor inseguridad con el 83.2%.

Contrario a lo que mercenarios de la “prensa”, en funciones de voceros de la derecha municipal, pregonan, esto no es novedad ya que Cuautitlán Izcalli venía con una tendencia al alza desde la administración prianista anterior.

Veamos, la ENSU tiene cobertura en 91 áreas urbanas o ciudades de interés, 14 de las cuales se encuentran en el Estado de México y reporta cada trimestre el comportamiento de la población con respecto a su percepción sobre la inseguridad en cada uno de los municipios reportados por la encuesta.

Para el 3er Trimestre de 2024, aún con la prianista Karla Fiesco, la ENSU reportaba que en junio el municipio tenía un 77% de percepción de inseguridad y que para el mes de septiembre el índice había aumentado a 80.5%, es decir que la percepción de inseguridad habría aumentado en 3.5% en tres meses.

En el 4º Trimestre de 2024 se reportaba un 84.5% de incremento a la percepción de inseguridad en el municipio, lo que implicaba un incremento de 3% en el índice referido. En 9 meses se habría incrementado en 7.5% la percepción de inseguridad municipal.

En el reporte del 1er Trimestre se informa que el municipio tiene un 83.2% de percepción de inseguridad lo que lo ubica dentro de los 10 municipios con el mayor índice.

Tampoco resulta novedad ya que el comportamiento del actual Gerente Municipal es muy similar al de su antecesora. No existe un plan general de gobierno municipal que trace el o los ejes rectores de las políticas públicas y sus respectivos ejes transversales, que oriente el trabajo administrativo municipal e impulse la transformación en la demarcación.

Tanto se parecen que en la información que proporciona el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública para el ejercicio administrativo de Karla Fiesco, las cifras siempre oscilaron entre lo malo y lo muy malo. Aunque hoy esa prensa quiera impresionar diciendo que hay un aumento del 13.9 cuando en realidad es del 9.2% en robo de vehículo, tan malo una como con el otro porque la inseguridad es la misma para todos los que vivimos en el municipio.

Para ser prácticos y claros, no hay una sola acción municipal que promueva el desarrollo y bienestar del pueblo que habita el municipio. Bachear o reencarpetar una vialidad es un buen trabajo, pero sin rescate de espacios públicos en acuerdo con la población circundante, sin el mejoramiento de la movilidad (transporte, señalización, iluminación, etc), sin una política de seguridad pública que acompañe el trabajo de rescate de una vialidad, sin una propuesta de participación y organización activa de la población, tanto en la convocatoria como en la vigilancia de la obra, la mera administración de obras no cambia la relación pueblo-gobierno, por lo tanto no hay transformación.

Las inercias acompañan a la falta de capacidad para lograr el efecto o resultado deseado, en otras palabras, es evidente la ausencia de eficacia o eficiencia en la actual administración pública municipal.

Solo la ceguera y soberbia política de quienes administran la hacienda pública, no pueden aceptar que carecen de una directriz lógica y coherente que les oriente en la construcción de la cuarta transformación en el municipio y en eso se parecen a la administración prianista anterior.

¿No saben o no quieren?

He ahí la pregunta.